Como Centro no sólo nos preocupamos y acompañamos a niños y niñas en su desarrollo, sino que también nos mantenemos atentos a lo que ocurre en su entorno más cercano, sus familias. 

Cada familia es un submundo con su propia cultura, lenguaje y dinámica. Cada niño o niña viene de este mundo, por lo que es importante conocerlo con respeto y aceptación, valorando sus recursos, y buscando la mejor forma de acercarnos, comprendiendo sus problemáticas, inquietudes, desafíos y necesidades. 

Realizamos esto porque creemos profundamente que son los lazos en nuestra vida los que nos pueden potenciar, posibilitar, contener y sostener, especialmente en situaciones de necesidad, dificultad y/o desafío. 

Por otra parte, sabemos desde nuestra experiencia que un entorno más capacitado y educado en temas como Condiciones del Desarrollo, se vuelve un gran aporte a la hora de plantear cualquier intervención al niño o niña.

Para los profesionales y terapeutas, la familia es uno de nuestros principales aliados estratégicos, ya que si bien confiamos en el valor de nuestro trabajo, sabemos que debe hacerse en colaboración y consideración a la realidad primaria o más cercana de cada persona, para que así cualquier intervención que se proponga pueda seguir siendo trabajada en casa o apoyada en otros contextos significativos. 

Paralelamente, creemos que es posible que existan otras necesidades en el entorno familiar que sean igualmente válidas de oír y acompañar, por lo que también nos encontramos atentos y disponibles a acogerlas, en caso que sea necesario. 

Siguiendo esto, involucramos  y trabajamos con las familias de diferentes maneras:

• Acompañamiento y asesorías a padres, como parte del proceso terapéutico
• Devoluciones periódicas a los padres, para compartir despliegue del proceso terapéutico
• Terapia para hermanos para apoyarlos en sus posibles necesidades individuales